La indicción del maestro tabasqueño a los líderes sindicales del SNTE en el Estado de Chihuahua fue contundente: apoyo total al partido del señor presidente de la república, “en todos los sentidos”. Y de paso, una agenda específica para mortificar a la gobernadora María Eugenia Campos y a la secretaria de Educación y Deporte, Sandra Gutiérrez. Así, sin reserva alguna.
Porque la estrategia del 2026 empieza ya. Morena tiene que gobernar Chihuahua. El PAN y sus aliados tienen que ser enterrados políticamente; en el 2024, la misión morenista es tener mayoría en el Congreso del Estado y mortificar a Maru Campos los tres años restantes.
El maestro tabasqueño y principal acarreador de ‘simpatizantes’ a los eventos de Morena, Alfonso Cepeda Salas, supo mover los hilos de los ‘vulgares ambiciosos’ de las secciones 42, Manuel Quiroz, y 8, Eduardo Zendejas, del SNTE en el Estado de Chihuahua, ahora entregados a los brazos de Morena.
Como ya es sabido, Morena premió al líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Alfonso Cepeda, con una senaduría plurinominal de última hora. En las listas al senado, el acarreador, aparece en el lugar 11, directamente palomeado por el presidente AMLO que, dicho sea de paso, tiene simpatía por el también tabasqueño líder magisterial, que no es otra cosa que un millonario valet que maneja el 10 por ciento de los ingresos de un millón 500 mil empleados de la educación. Benditas cuotas sindicales.
Con motivo del 80 aniversario del sindicato, el huraño dirigente nacional, instruyó a los secretarios generales de las secciones chihuahuenses del poderoso sindicato para que dieran todo su apoyo a las huestes morenistas.
Con esa instrucción regresaron de la ciudad de México los flamantes líderes seccionales. La indicación de Cepeda Salas era enfática: apoyo total y acarreo a todos los mítines de los candidatos del partido guinda; utilización de recursos económicos del sindicato para movilizaciones y apoyo a candidatos locales; y convertirse en guardianes electorales en las mesas de votaciones.
Y la más importante, desestabilizar a la gobernadora siendo inclementes contra la Secretaria de Educación y Deporte.
Con una burda estrategia de reformas y aumentos aleatorios al sector magisterial, López Obrador supo llegar a las bases. No importa que los servicios de salud que atienden a los trabajadores de la educación, en este caso el Issste, se caigan a pedazos; no importa que los niños de México sean los más burros a nivel internacional y no sepan leer ni realizar las operaciones básicas de la aritmética. Total, existe la excusa de la pasada pandemia para culpar a ese problema sanitario del retraso educativo.
Ese sindicato es el que más acarreados lleva a las concentraciones del Mandatario al Zócalo y en las giras proselitistas de Claudia Sheinbaum. Así sucedió en Ciudad Juárez y seguramente ocurrirá en las siguientes giras de la candidata oficialista al Estado de Chihuahua.
Los peculiares líderes sindicales del SNTE, en la entidad chihuahuense, uno representando a la sección 42 de maestros al servicio de la Educación Estatal; y el otro a la sección 8va, que se encarga de los mentores que dependen, en parte, de la Secretaría de Educación Pública, son los artífices del morenismo, con un poder ilimitado.
Eduardo Antonio Zendejas Amparán, apodado el chacalón (por mesura no diremos el origen de su apodo) enfrenta en estos momentos una confrontación abierta con la secretaria de Educación y Deporte, Sandra Gutiérrez Fierro.
Zendejas se quejó de la secretaria. Divagó: ¿cómo es posible que Sandra Gutiérrez Fierro, permanezca en ese cargo, pues en lugar de ayudar a solucionar las problemáticas de los docentes hace todo lo contrario?
En una confrontación reciente entre el Chacalón Zendejas y la secretaria de Educación, Sandra Gutiérrez, la funcionaria refirió la actitud del líder magisterial y se preguntó: ¿si no hubiera sido mujer, me habría dado ese trato? Allí estriba el problema del líder de la sección 8 del SNTE. Ya lo dijo una maestra juarense, casada y de buena reputación… “el señor Zendejas está mal de la cabeza, no piensa que somos sus compañeras del sindicato, sino sus compañeras de vida…”
El caso de Manuel Quiroz Carbajal, apodado la marrana, se cuece aparte. Él es, para Morena, una especie de perro ovejero. Es el rey Judas de la política, traiciona hasta su sombra.
Preguntó Quiroz el origen de su apodo de marrana y la respuesta está en las bases magisteriales que advirtieron su doble moral y su proclividad a mentir y a no cumplir los acuerdos políticos.
Su apodo proviene de la frase preferida de Manlio Fabio Beltrones: “hay que ser marrano, pero no tan trompudo’.
Lo que ignora la marrana Quiroz es la gran cantidad de mensajes de WhatsApp y llamadas telefónicas grabadas que guardan sus correligionarios y las personas a las que pidió ayuda para llegar a la dirigencia.
Casi todos se sienten engañados durante el proceso electoral para la renovación se la sección 42. Qué dirán los perdedores cuando se enteren de la información que difundió la Marrana y su equipo que fue contundente para lograr que los maestros jubilados le dieran el voto sin ninguna reserva.