El Juglar de la Red
Por Rafael Cano Franco
Alianza de Medios Mx
Con un desplegado donde dan a conocer el empeño que los llevo a coaligarse diez medios de comunicación han dado vida a la organización que denominan “Alianza de MediosMX”, una iniciativa a la que se le da bienvenida porque es una trinchera más desde donde se dará visibilidad al enorme riesgo que implica ejercer el periodismo en México.
La escalada de violencia en contra de los periodistas ha ido aumentando de tono al paso de los años; de las amenazas verbales y las agresiones físicas o a las herramientas profesionales de los periodistas, se llegó al grado extremo de asesinarlos.
Cada sexenio se ha vuelto más violento que el anterior para quienes ejercemos este oficio, y al mismo tiempo somos testigos de que no hay castigos para los responsables. Un 99.8 por ciento de los asesinatos contra periodistas siguen sin resolverse.
Tradicionalmente han sido las organizaciones de periodistas las que salen a dar la cara y toman la calle para manifestarse ante la inseguridad que padecen los comunicadores; las empresas periodísticas fueron testigos mudos de esas protestas y salvo los casos donde los periodistas agredidos o asesinados formaban parte de una sala de redacción de relativa importancia, los grandes medios se limitaron a dar cobertura a la protesta pero sin una manifestación explícita de su postura editorial.
Hoy lo hacen y por eso son bienvenidos. Ya no se trata solamente de una defensa que harán las organizaciones, también se han sumado las empresas a través de “Alianza de Medios Mx” y por el contenido del mensaje donde anuncian su creación se entiende que no es su interés ponerles banderillas a un gobierno en particular.
Los cuatro objetivos que dan vida a esta organización son claros y van de la mano con las posturas que manejan organizaciones de periodistas y aquellas que atienden casos de atentados a la libertad de expresión: a) defender la libertad de expresión; b) Combatir la impunidad; c) Exhortar a una mayor cercanía con la comunidad; y, d) Abrir espacios de reflexión.
Las empresas periodísticas que de entrada firman el desplegado son: “El Universal”; “Proceso”; “El Heraldo”; Organización Editorial Mexicana (OEM); “PolíticoMX”, “Vanguardia”, “La Silla Rota”; la Cámara de la Industria de la Radia y Televisión (CIRT), “Publímetro”; “El Economista”; “Eje Central”; “El Dictamen” y “El Debate”.
Como primer aporte informan que en los pasados 18 meses estuvieron financiando la creación de una base de datos sobre las agresiones sufridas por periodistas en los últimos 30 años y donde van incluidos los más de 200 asesinatos de periodistas.
Aunque la organización se define sin fines partidistas e incluso muestra aprecio por colaborar con las instancias encargadas de vigilar que no se atente contra la libertad de expresión, dejando en claro que no se trata de crear un frente en contra del gobierno actual pues traen a cuenta los casos documentados en tres decenios, desde el gobierno federal, el presidente López Obrador de inmediato asumió que se trataba de ir en su contra.
Por eso es que declaró en la conferencia mañanera que en su gobierno “no hemos censurado a ningún periodista, jamás atentaremos contra la libertad de expresión. Democracia, Sí. Autoritarismo, No”, dijo el Jefe del Ejecutivo.
En un país como el nuestro, donde el ejercicio del periodismo se convirtió en una profesión de alto riesgo, nunca están de más los grupos organizados, sean gremiales, sociales o empresariales, cuya intención es mantener una prensa libre, en el entendido que la libertad de pensamiento solamente tiene salida a través de la libertad de expresión.
Establecer trincheras para documentar y hacer visibles los casos donde se atentan contra medios de comunicación o periodistas no es un esfuerzo tímido y menos aislado; en todo caso es la manifestación de un gremio dolido y agraviado ante la incapacidad gubernamental para garantizar la seguridad a los periodistas.
Se hace necesario ir escalando en las acciones de presión, al tiempo que se genera una memoria para documentar y no olvidar a quienes escribieron con sangre su última nota.
