En la actualidad, está comprobado que las emociones son fundamentales para que la información perdure en la memoria de las personas. Somos seres emocionales, y la información que logra conectar con nuestras emociones es la que recordamos mejor. Por eso, las historias tienen tanta relevancia: despiertan niveles amplios de interés, ya que como explica el conferencista Fernando Trejo Lugo, “el chisme tiene una subida y necesitamos ver el final”.
Para conectar emocionalmente con la audiencia, es imprescindible conocer el contexto social y el estado de ánimo de la sociedad. “A veces estamos alegres, otras enojados o esperanzados”, señala Trejo Lugo. Por ello, la investigación es clave para contar historias efectivas, pues saber qué vive la población permite decidir si narrar una historia de miedo, alegría o esperanza.
El conferencista advierte que no se deben inventar relatos políticos o manipular emociones. “La gente puede olvidar lo que dijimos o hicimos, pero nunca cómo lo hicimos sentir”, concluye, subrayando que la experiencia emocional es lo que permanece en la memoria colectiva.
Expresó que las historias bien contadas se deja un mensaje en la población, es por ello que muchos candidatos a diferentes puestos de elección popular se reeligieron utilizando estrategias con narrativas que convenzan a los ciudadanos. En gobierno cuando se comunica, se tiene que dejar en claro a la población sobre los logros y beneficios.
