Interactivo: Cónclave, desde los favoritos hasta la excomunión

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A partir de hoy quizá la expresión más esperada sea una en latín: ¡Habemus Papam! (¡Tenemos Papa!), que anuncia la elección de un nuevo pontífice, el número 267 y sucesor de Francisco.

133
Cardenales menores de 80 años pueden participar

89
Votos se necesitan para que un Cardenal sea elegido Papa

A partir de hoy quizá la expresión más esperada sea una en latín: ¡Habemus Papam! (¡Tenemos Papa!), que anuncia la elección de un nuevo pontífice, el número 267 y sucesor de Francisco.Sin embargo, hay otros grandes momentos que acompañarán al cónclave (cum clave: bajo llave), como se llama al proceso de elección del líder de la Iglesia católica, que se expresa también en la lengua romance madre, desde el Extra omnes (todos afuera) hasta el ¿Quo nomine vis vocari? (¿Con qué nombre desea ser llamado?).

‘FUERA TODOS’

PublicidadLos actos iniciarán hoy con una misa en la mañana en la Basílica de San Pedro. De acuerdo con el libro de oraciones Ordo Rituum Conclavis, que rige el cónclave, se trata del único rito público antes de que el nuevo Papa sea presentado al mundo.Los cardenales (133 de menos de 80 años de edad) se reunirán al final de la tarde en la Capilla Paulina, y desde ahí realizarán una solemne procesión hacia la Capilla Sixtina.“Cuando los cardenales entran en la Sixtina, el maestro de ceremonias da la indicación de Extra omnes, es decir, ‘fuera todos’”, explicó el padre Daniel Alejandro Frías Calderón en su conferencia “El Rito del Cónclave: Análisis histórico-litúrgico”, que impartió en la Escuela de Teología Papa Francisco, de la Arquidiócesis de Monterrey.Todos los participantes, incluyendo personal de apoyo, están obligados a mantener secreto absoluto de lo que ocurre dentro. Se prevé que la elección dure de uno a tres días. Tanto Francisco como Benedicto XVI fueron elegidos en un día.

FRENTE A CRISTOEn la película Cónclave se escenifica el aislamiento total en el que deben permanecer los cardenales electores, así como las rondas de votación que pueden darse. También se incluye el verso que cada cardenal debe recitar antes de votar:“Testor Christum Dóminum, qui me iudicatúrus est, me eum eligere, quem secúndum Deum iúdico éligi debére” (Pongo como testigo a Cristo Señor, que me juzgará, que doy mi voto a quien en presencia de Dios creo deba ser elegido).Después de cada bloque de votaciones, las papeletas se queman en una estufa y, mediante sustancias químicas se provoca el humo negro, si no se eligió al Papa, o blanco, si fue elegido. Al salir por la chimenea de la Capilla Sixtina, ese humo anuncia a los fieles el resultado de los escrutinios.

ME LLAMARÉ…Para que un cardenal sea elegido Papa necesita obtener, al menos, dos terceras partes de los votos de los electores (89 en esta ocasión). Al llegar ese momento, el decano le pregunta al que ha sido elegido:¿Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem? (¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?”.

Tras una respuesta afirmativa, hay otra pregunta: ¿Quo nomine vis vocari? (¿Con cuál nombre quiere ser llamado?).El pontífice responde: “Me llamaré …”, y da el nombre religioso que eligió para cumplir con el ministerio petrino.A LA CIUDAD Y AL MUNDOEs el momento culmen, cuando desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro, el cardenal protodiácono anunciará públicamente que hay un elegido:Nuntio vobis gaudium magnum.

¡Habemus Papam! (Les anuncio una gran alegría: ¡tenemos Papa!) Eminentissimum et reverendissimum dominum…, qui sibi imposuit nomen… (El eminentísimo y reverendísimo señor –nombre de nacimiento del elegido– que se ha dado a sí mismo el nombre de –nombre Papal–).Desde ahí, el nuevo Papa saludará a sus fieles e impartirá su primera bendición Urbi et Orbi, a la ciudad y al mundo.


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