Tras levantarse la orden de silencio, promulgada por el juez Sam Medrano, el fiscal del distrito del estado, James Montoya, confirmó que la fiscalía no solicitará la pena de muerte en el juicio que se le sigue a Patrick Crusius, asesino confeso del tiroteo de Walmart, ocurrido el 3 de agosto de 2019, pero enfrentará una serie de condenas perpetuas en una prisión de alta seguridad, de la cual no saldrá vivo. El 21 de abril del presente año será la audiencia.
En conferencia de prensa, Montoya declaró que la resolución no se tomó de manera precipitada, sino que sobrevino luego de sostener entrevistas con familiares de las víctimas y sobrevivientes del atentado que dejó como saldo 23 personas muertas y 22 heridos. Aunque algunas personas estuvieron en contra, la mayoría estuvo a favor de no buscar la pena capital.
Sostuvo que también se le extendió una oferta al acusado para que se declarara culpable de asesinato capital y recibiera una sentencia de cadena perpetua sin libertad condicional, así como una renuncia completa a todos sus derechos de apelación a cambio de que la fiscalía estatal no buscara la orden de ejecución.