El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su país está evaluando dejar de comprar petróleo a Venezuela, una medida que formaría parte de una estrategia más amplia para aumentar la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro. “Probablemente vamos a dejar de comprarle petróleo a Venezuela. No lo necesitamos. Tenemos suficiente. Esto tendrá un gran impacto en Venezuela”, afirmó el mandatario en declaraciones recientes.
Trump señaló que su administración sigue de cerca la situación en Venezuela, calificando al país como un “desastre” comparado con el “gran país que fue hace 20 años”. Además, reiteró su compromiso con la salida de Maduro del poder, aunque evitó confirmar si Estados Unidos planea acciones directas para destituirlo, respondiendo de manera ambigua: “Ya veremos eso”.
El presidente también firmó una orden ejecutiva que designa al grupo criminal venezolano Tren de Aragua y a otros carteles como organizaciones terroristas, subrayando su interés en combatir el impacto del régimen chavista en la región.
En paralelo, fuentes cercanas al gobierno estadounidense aseguran que se están diseñando estrategias para forzar el fin de más de dos décadas de chavismo. Entre las posibles medidas se encuentra la suspensión de la licencia a la petrolera Chevron, que opera en Venezuela, lo que podría debilitar aún más la economía del país sudamericano y generar nuevas presiones sobre el régimen.
Maduro asumió un nuevo mandato tras unas elecciones cuestionadas por la comunidad internacional. Estados Unidos, junto con otros países, reconoce como presidente legítimo a Edmundo González, opositor exiliado que asistió a la investidura de Trump.
De confirmarse la decisión de dejar de comprar petróleo venezolano, el impacto en la ya debilitada economía del país sería significativo, marcando un nuevo capítulo en la relación entre ambos países.
