Este tipo de organizaciones ahora sienten que tienen un mayor respaldo para desafiar lo que antes era prácticamente imposible
SANTIAGO, Chile— Es viernes por la noche en el centro de Santiago, la capital de Chile , y un grupo de 15 personas se reúnen alrededor de una mesa, compartiendo una botella de vino mientras el olor a tabaco e incienso llena el aire. Velas negras arden sobre un altar decorado con cálices y cuchillos. Los miembros del Templo de Satán están a punto de comenzar un ritual.