Este tipo de organizaciones ahora sienten que tienen un mayor respaldo para desafiar lo que antes era prácticamente imposible
SANTIAGO, Chile— Es viernes por la noche en el centro de Santiago, la capital de Chile , y un grupo de 15 personas se reúnen alrededor de una mesa, compartiendo una botella de vino mientras el olor a tabaco e incienso llena el aire. Velas negras arden sobre un altar decorado con cálices y cuchillos. Los miembros del Templo de Satán están a punto de comenzar un ritual.Cinco años después de que el Templo Satánico de Estados Unidos fuera noticia —y desatara una ola de pánico— cuando fue designado iglesia , una organización similar en Chile, un país conservador donde la mitad de su población de 18 millones se identifica como católica, está pidiendo al gobierno que los reconozca legalmente como una asociación religiosa .