Monseñor Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua, instó a los fieles a tomar la cruz y seguir a Jesús, durante la misa dominical en la Catedral Metropolitana de Chihuahua. Destacó que Jesús, como hijo de Dios, vino a salvar a la humanidad, y por eso es esencial tomar su cruz para seguirlo.
En esta ocasión, la congregación se unió en oración para celebrar un año más de vida del arzobispo, así como por la patria mexicana y para que Jesús guíe a los ciudadanos en el bien de la nación.
El arzobispo subrayó que la única forma de seguir a Jesús es reconocerlo como el Cristo, el hijo unigénito de Dios, quien es fundamental para nuestras vidas, destinos y felicidad. Señaló que no basta con una simple admiración humana ni con ver a Jesús solo como una figura histórica; seguir a Jesús requiere un compromiso total.
Explicó que seguir a Jesús implica renunciar a la propia voluntad para identificarse con Él, y eso incluye aceptar tanto los aspectos agradables como el sufrimiento que conlleva su camino. Remarcó la importancia de considerar la vida de Jesús en su totalidad, desde su nacimiento hasta su resurrección.
El arzobispo enfatizó que tomar la cruz significa aceptar la vida y dedicarse al servicio de los demás, ya que solo esto lleva a la salvación. Aseguró que quien se encierra en sí mismo pierde la oportunidad de dar y recibir vida.
Invitó a la feligresía a comprometerse a una verdadera conversión del corazón, para que Jesús sea el Señor y guía de sus vidas. La comunidad oró por el arzobispo en su aniversario, por los presbíteros, los líderes mundiales, y por la patria para que Cristo los guíe hacia el progreso y la unidad. También se hizo oración por las víctimas de la violencia para que encuentren consuelo y paz, y para que el amor de Cristo restaure el tejido social.
La misa concluyó con el coro de jóvenes cantando Las Mañanitas en honor al arzobispo Constancio Miranda.