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Desafíos del Servicio Secreto de EE.UU. tras el segundo intento de asesinato de Trump en dos meses

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El Servicio Secreto de EE.UU. enfrenta nuevos retos tras evitar un segundo intento de asesinato contra Donald Trump en solo dos meses. El último incidente ocurrió cuando un agente identificó un rifle apuntando desde entre unos arbustos en el campo de golf de Florida donde Trump jugaba. El agente disparó al sospechoso antes de que pudiera usar el arma.

El FBI ha calificado el suceso como un aparente intento de asesinato. El expresidente, que estaba jugando al golf con el promotor inmobiliario Steve Witkoff, fue evacuado sin daños. El sospechoso, identificado como Ryan Wesley Routh, de 58 años, inicialmente logró escapar pero fue detenido más tarde por la policía.

El incidente se produjo en la tarde del 16 de septiembre de 2024, cuando Trump y Witkoff llegaron al Trump International Golf Club en West Palm Beach. Routh, que no llegó a disparar, se había ocultado durante casi 12 horas entre arbustos y palmeras alrededor del campo de golf, según informes de las autoridades.

Trump relató que escuchó “probablemente cuatro o cinco” disparos, mientras que un agente del Servicio Secreto disparó hacia el sospechoso desde una distancia de entre 300 y 500 metros. El Servicio Secreto actuó rápidamente para asegurar el área y proteger al expresidente.

A pesar del éxito en la intervención, el incidente plantea serias dudas sobre la capacidad del Servicio Secreto para proteger a Trump, quien no recibe el mismo nivel de seguridad que un presidente en activo. Este evento sigue a un ataque anterior el 13 de julio, cuando un joven disparó contra Trump en un mitin en Pensilvania, hiriéndolo en la oreja y causando la muerte de una persona.

El presidente Joe Biden ha señalado que el Servicio Secreto necesita más apoyo, y ha instado al Congreso a considerar la asignación de más recursos para el organismo. Mientras tanto, el Servicio Secreto continúa enfrentando desafíos en un entorno político cada vez más volátil.

El sheriff del condado de Palm Beach comentó que si Trump hubiera recibido el mismo nivel de seguridad que un presidente en activo, el campo de golf habría estado completamente rodeado. La protección de Trump ha sido complicada por su afición al golf, que se lleva a cabo en espacios abiertos difíciles de controlar.

Expertos y legisladores han sugerido que se debería reevaluar el nivel de protección para los candidatos presidenciales y expresidentes. La falta de medidas adecuadas podría incentivar a imitadores a intentar acciones similares en el futuro.

El FBI y el estado de Florida están llevando a cabo investigaciones sobre el incidente. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha exigido claridad sobre cómo el sospechoso logró acercarse tanto a Trump.

La tensión política en EE.UU., marcada por divisiones y un aumento en la violencia, plantea nuevos desafíos para el Servicio Secreto. La transparencia en la investigación es crucial para evitar especulaciones y teorías conspirativas, según el exagente Barry Donadio y otros observadores. La vicepresidenta Kamala Harris ha asegurado que el gobierno garantizará que el Servicio Secreto disponga de los recursos necesarios para proteger a sus figuras clave.


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Categorías: Noticias del Mundo
Eddy Corneliuns: