Ciudad de México.- Desde el 9 de septiembre, las facciones de “Los Chapitos” y del “Mayito Flaco” protagonizan enfrentamientos en Culiacán y localidades y rancherías aledañas, lo que ha dejados decenas de muertes, cierre de comercios, miedo en la población y escasez de alimentos.Tras la última captura de “El Chapo” en enero de 2016, inició una pugna entre las familias de Guzmán Loera y los Zambada por el control del Cártel de Sinaloa.
-Entre traiciones y guerras
Tras la última captura de “El Chapo” en enero de 2016, inició una pugna entre las familias de Guzmán Loera y los Zambada por el control del Cártel de Sinaloa.
La “narcoguerra” entre la facción de “Los Chapitos”, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y la de Ismael Zambada Sicairos, “El Mayito Flaco”, inició tras una presunta traición en julio pasado.
El 25 de ese mes, el capo Ismael Zambada García, “El Mayo”, fue citado a un rancho en Huertos del Pedregal, al norte de Culiacán, convocado por Joaquín Guzmán López, hijo de su ex socio “El Chapo”, pero todo fue una presunta trampa para golpearlo, someterlo y llevarlo a la fuerza hacia Estados Unidos, donde finalmente fue aprehendido y ahora enfrenta un juicio.
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Desde ese día existe tensión en Sinaloa, pero no fue sino hasta el 9 de septiembre cuando la violencia comenzó a escalar, por ahora, sin cesar.
-Bajo fuego
La violencia se ha concentrado en el sur de Culiacán, en la zona rural, así como en los municipios El Dorado, Elota, San Ignacio, Cosalá y Concordia.
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Los saldos
- 30 delincuentes detenidos
- 30 civiles muertos, 22 de ellos en Culiacán
- 13 agresiones a Fuerzas Armadas (nueve al Ejército y cuatro a la Guardia Nacional)
- 2 militares fallecidos
- 9 militares heridos
- 2 mil 200 elementos de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional, incluyendo fuerzas especiales y paracaidistas, desplegados en zonas de confrontación
*Corte al 17 de septiembre*
Escasez
La escalada de violencia ha provocado el desabasto de alimentos en pueblos y rancherías de al menos seis municipios de Sinaloa.
La zona afectada abarca el sector rural de Culiacán, la capital estatal, y los municipios de Elota, Eldorado, Cosalá, San Ignacio y Concordia.
Pobladores de Culiacán han señalado que prefieren quedarse en sus casas antes que salir a la calle ante el temor de encontrarse con enfrentamientos armados.
La violencia ha generado el cierre de negocios y comercios, así como la disminución de horas hábiles para la atención al público en supermercados y mercados. Hay empresas de abarrotes, surtidoras de frutas y verduras que suspendieron el transporte de mercancías a zonas de conflicto.
De acuerdo con el Colegio de Economistas de Sinaloa, las pérdidas diarias por un día sin labores normales ronda los 567 millones de pesos, únicamente en Culiacán.