El Obispo de Culiacán, Jesús José Herrera Quiñonez, expresó su preocupación por el hecho de que el Gobierno parece más enfocado en la aprobación de leyes que en asegurar la paz en el país. En su intervención durante la inauguración de la oficina de Cáritas en Los Mochis, el prelado criticó la atención de las autoridades, que a su juicio, está centrada en cuestiones legislativas mientras el pueblo enfrenta una creciente violencia en Sinaloa.
Herrera Quiñonez lamentó que, mientras se debaten reformas judiciales en el Congreso, la ciudadanía sufre situaciones dolorosas y de inseguridad. Describió el temor y la tensión que viven las personas a diario, temiendo ser víctimas de robos o balaceras, y urgió a las autoridades a tomar medidas concretas para restablecer la paz.
Sobre la posibilidad de que sacerdotes intervengan como mediadores entre cárteles, el Obispo aclaró que esa tarea corresponde a las autoridades y no a la Iglesia. Afirmó que su rol no incluye mediar en situaciones de violencia extrema y criticó la falta de presencia y acción efectiva de las fuerzas de seguridad, que según él, llegan solo después de los incidentes.
En un mensaje público, la Diócesis de Culiacán hizo un llamado a las autoridades para que mantengan una presencia visible y activa, en lugar de dejar a la población sola en medio del caos. También instaron a quienes generan violencia a detenerse y respetar a las personas, recordándoles que Dios les pedirá cuentas por sus acciones.
Finalmente, el Obispo anunció que no se cerrarán las iglesias, ya que son necesarias para la comunidad, y convocó a una misa el domingo en la Catedral de Culiacán a las 12:00 horas para orar por la paz en la región.