La tan sonada reforma judicial forma parte de un paquete de propuestas del presidente López Obrador que han provocado un avivado debate público dado que se centra en abrir a la elección popular algunos de los puestos, lo que incluso nos ha hecho replantearnos el funcionamiento del poder judicial mexicano.
La propuesta de inicio consiste en someter a elección diversos cargos que alcanzan a las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia además de las y los consejeros de la Judicatura Federal, magistradas y magistrados del Tribunal Electoral Federal, de circuito y jueces de distrito, lo que implica que más de mil seiscientos cargos judiciales se abrirán a la elección en la que podrán postularse perfiles que cumplan con ciertos requisitos.
El Consejo de la Judicatura sufrirá además modificaciones que mejoran la vigilancia, administración y actuación judicial, con facultades para sancionar algunas conductas lo que abona a una mejor actuación y por ende a la impartición de justicia en el país.
De manera breve, podemos decir que las candidaturas de ministras y ministros contarán con un tiempo para hacer campaña, contando con espacios en radio y televisión para hacer públicas sus propuestas e incluso debatirlas, pero sin contar con recursos públicos ni con las donaciones privadas para tal efecto.
Las elecciones serán organizadas y fiscalizadas por el INE, sometiendo a consideración del Senado los resultados de la elección, que a su vez enviaría los resultados al Tribunal Electoral a fin de tramitar las posibles impugnaciones además de calificar y validar el proceso.
En el caso del Tribunal Electoral, los resultados se someterán a consideración de la Suprema Corte; las y los nuevos magistrados de circuito y jueces federales pueden además reelegirse por uno o varios periodos adicionales, y quienes actualmente ocupen dichos puestos pueden postularse a la elección.
Desde un principio, esta propuesta ha causado diversas reacciones, aunque, a tan solo unos meses de la transición, el reflector está ahora sobre la presidenta electa y la continuidad que dará a esta y otras propuestas que se han mostrado como parte fundamental de la transformación en el país.