Este ciervo salvaje luce la cabeza decapitada de un rival atrapada entre sus astas. El hecho probablemente ocurrió cuando dos machos estaban luchando y quedaron con sus astas entrelazadas sin poder separarse. Lo más seguro es que el ganador tuvo que arrastrar el cuerpo de su rival mu3rt0 por un tiempo hasta que la cabeza finalmente se desprendió.
La buena noticia es que durante el desmogue los cérvidos pierden su cornamenta para volver a tener una nueva, y seguramente en ese momento este ciervo se deshaga finalmente de la cabeza de su rival. La fotografía fue tomada en la península de Notsuke (Japón).
✍🏻: Ciencias de bolsillo
📷: Keiko Kanasugi