Ciudad Juárez.- En los negocios de la Aduana quieren fuera al ex candidato a gobernador de Chihuahua y, hoy, apuntado en la lista de los aspirantes al Senado por el partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Juan Carlos Loera de la Rosa.
Lo llamamos aquí el pasado fin de semana, como lo consideran los que conocen los entuertos de la Aduana Fronteriza: The Godfather of Customs (el padrino de la Aduana) y tiene relación directa con el ejercicio de su influencia y poder político que desde hace años hace valer en los asuntos del movimiento de mercancías que ilegalmente ingresan al país a través de los cruces internacionales que unen a El Paso y Juárez.
Los grupos que se disputan el ‘control’ de la Aduana lo ven como un “desleal competidor” en las operaciones de comercio exterior.
Especialmente, ahora que se sabe, que el señor del ‘Bienestar Social’ ha comprado una flotilla de camiones en los Estados Unidos.
Y todo hace suponer, que mientras su gente andaba en Guerrero, en las tareas de censo y de auxilio a los damnificados del huracán Otis, el encumbrado amigo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador volvió de nueva cuenta a las oficinas de la Administración de la Aduana y pidió el ‘control’ de las operaciones de los camiones que ingresan por los puentes internacionales.
Su ambición y aspiración política, en la carrera por el Senado o por la alcaldía de Juárez en 2024, tiene nuevamente al representante del presidente ‘clavado’ en los asuntos de la Aduana, la fuente de patrocinio y sostén de su campaña de 2021.
El ‘Super Delegado’ del gobierno federal, que en enero de 2019 puso como administradora de la Aduana a la maestra y académica de la UACJ, Norma Deirdré Bazán Mayagoitia -a quien dos años después se llevó como coordinadora de su campaña política- ha vuelto a los ‘espinosos’ entuertos de la corrupción en la Aduana.
Ha colocado a sus dos principales operadores en puestos claves de Zaragoza: Federico Anaya Camarena y Elizabeth Calzada, como “jefes de operación de la Aduana”.
Confirmado que The Godfather of Customs (el Padrino de la Aduana) colocó la semana pasada a su gente en posiciones claves, sin que sospechara siquiera el nuevo administrador, de las maniobras realizadas a nivel central para poner a la gente.
La plataforma del cruce internacional de Zaragoza-Ysleta, a merced del político consentido del presidente de México.
El objetivo: garantizar la entrada de tráilers en la importación de mercancías diversas -vía contrabando- a través de sus operadores, que serían también los responsables de los “roles” y de “facilitar” a su gente, puntos clave y turnos en el día a día (24/7) de una ‘generosa’ Aduana que no descansa y que genera muchos millones de dólares.
Federico Anaya, uno de sus operadores, fue uno los tantos personajes que, junto con Gerardo Cantú y Julio Durán, hicieron ‘época’ en el verano de 2020 con la académica Norma Deirdré Bazán, justo un año antes de que Juan Carlos Loera se postulara como candidato al gobierno del Estado de Chihuahua por parte del partido de Morena en 2021.
Anaya, fue uno de los integrantes del famoso ‘Cártel de la Maestra’, y es también compadre de Aldo Trevizo, que fue mano derecha de Juan Carlos, desde los tiempos del ‘reinado’ de Norma Deirdré Bazán.
Desde entonces, fue tan desaseado el manejo al interior de la Aduana Fronteriza, que incluso el entonces opositor de la hoy gobernadora Maru Campos, se llevó a la administradora como su coordinadora de campaña política.
De ese tamaño, la ‘sorpresiva’ decisión que entonces dejó a la clase política con la boca abierta.
El resto de la responsabilidad política y administrativa de la Aduana y de los manejos vinculados al candidato de Morena quedó en dos personajes encumbrados y cercanos al presidente López Obrador
El ex Administrador General de Aduanas, Horacio Duarte Olivares y quien es hoy la titular de la Secretaría del Bienestar Social, Ariadna Montiel Reyes, fueron quienes se ocuparon para que al entonces candidato a gobernador de Chihuahua no le faltara absolutamente nada. Y mucho menos recursos económicos para la campaña política de 2021.
Que ni un centavo llegará de patrocinios externos y de amigos para no generar “compromisos” cuando Juan Carlos Loera fuera el gobernador de Chihuahua.
Todos saben que, desde entonces, la lana fluyó sin dificultad de las arcas de la administración de la Aduana de Ciudad Juárez.
Ese fue el trasfondo y el vínculo que unió al ‘Padrino’ de la Aduana con su aspiración política.
La fallida elección a la gubernatura en 2021, que perdió en el estado de Chihuahua, es un asunto que todavía hoy algunos de los políticos cercanos al presidente de México, no le perdonan.
Denuncias documentadas fueron hechas llegar hasta el Órgano de Control Interno de la Aduana, incluso hasta el Comité Ejecutivo Nacional del partido de Morena, y las cosas no cambiaron.
The Godfather está de regreso y quiere el control de la Aduana.