Con la instalación de multicorreladores, una tecnología de punta que por primera vez se utiliza en México, la J+ detectará las fugas de agua potable en sus tuberías y evitar así el desperdicio del líquido.
Sobre el funcionamiento de estos aparatos, que actualmente se encuentra en proceso de prueba, la ingeniero Paola Moreno, de Agua Potable de la Junta de Agua y Saneamiento de Juárez, explica que “el multicorrelador se implanta en la caja de válvulas de la red del sistema de agua y empieza a entrar en correlación con todos los que implantamos alrededor, los que deben estar a una distancia menor a 150 metros. Es un método acústico que a través de ciertos niveles de ruido, manda una alerta del lugar donde muy probablemente hay una fuga”.
Indica la ingeniero que las fugas se generan cuando hay una ruptura dentro del tubo o en accesorios de la red, como las silletas. Al detectar la fuga, el multicorrelador aumenta el nivel de los decibeles y marca la distancia aproximada donde se dio esa ruptura.
Para implantarlo en la caja de válvulas, cada multicorrelador se pega con un imán, luego se programa su chip con el material del que está hecho la tubería (pvc o asbesto) y posteriormente se deja dentro de la caja de válvulas. Se trata de aparatos herméticos, lo cual evita que sufran desperfectos en caso de llegar a mojarse. Esta es una tecnología militar para que aguante el uso rudo al que es sometido.
Actualmente, la J+ trabaja en una prueba piloto con esta tecnología, para lo cual se están instalando 40 multicorreladores en la Hidalgo, una colonia muy antigua de la ciudad que por su ubicación en una zona baja, presenta mayor presión en el agua potable. Esta prueba se hará durante el otoño.
Otros 40 se instalarán en diferentes zonas de la ciudad con la misma finalidad de monitorear la presión, ya que es en las noches cuando se presentan más fugas debido a que la presión aumenta porque baja el consumo de agua.
“Estamos siendo pioneros. Esta es tecnología europea y la J+ Juárez es el primer organismo operador que la adquiere en México. Le estamos apostando a la tecnología para la detección de fugas no visibles, algo que nunca se había hecho en el organismo”, detalla la ingeniero Moreno.
Para instalar estos multicorreladores, se adquirió también un GPS. La información que arrojan se recibe en un servidor proporcionado por el mismo proveedor, en el cual se monitorean las señales emitidas por los aparatos. “Todas las señales deben permanecer en verde, cuando hay alguna alerta, aumentan los decibeles y se emite una señal roja”, agrega.
Desde las 7:00 de la mañana hay personal encargado de verificar y analizar los datos que arrojan los multicorreladores. La ventaja es que cuando se genera la alerta, solamente se revisa en ese lugar, lo que ahorra tiempo y permite detener más rápido la pérdida de agua.
