.Por: Daniel Valles.
La tapa número mil.
Las alcantarillas de nuestra ciudad se han tapado con tapas de fierro fundido o “fofo”. Esto hasta finales del año pasado. A partir de este año instalamos tapas de otro material: Policoncreto y Polietileno de Alta Densidad. (PAD, por sus siglas).
Es un hecho que el fierro es un metal que tiene un valor en el mercado. Las recicladoras son las principales comparadoras de este metal. Las compran por kilo. Así pues, son los lugares donde se lleva todo tipo de metal y se dice que lo llevan “al kilo”.
Alguien diría que las tapas de alcantarilla que desaparecen son presuntamente robadas por astutos ladrones y ladronas -realmente no sabemos- y son llevadas “al kilo”, pero esto sólo se dice, se rumora y se comenta. Pruebas, no existen.
Hasta el día de hoy en que escribo estas líneas, miércoles 9 de agosto, suman 1,137 tapas las que se han instalado en la ciudad.
Se cuenta con 42 mil de ellas, lo que representa sólo el 2.7%, una cantidad muy mínima si se toma en cuenta el total con las que contamos. Seguramente hay más que carecen de tapa. La gran mayoría las tenemos localizadas y procedemos a reponer las faltantes con estas, ya no de “fofo”.
Sergio Nevárez, director ejecutivo de la J+, ofreció que para finales de año todas las tapas faltantes en alcantarillas serían repuestas. Trabajamos en ello. Por eso, simbólicamente, hemos instalado la tapa número mil.
La prensa ha acudido al evento y da testimonio de ello. La inversión al momento representa un monto de más de 8 millones de pesos. Y lo bueno de todo esto es que las tapas actuales no tienen valor alguno en el mercado. Nadie, en su sano juicio, ofrecería comprarlas, pues no se puede comercializar para algo.
Las tapas de las alcantarillas han sido “vandalizadas”, robadas y al fundirlas, convertidas en vaya usted a saber en qué. El uso del fierro es muy variado. Ahora con el nuevo material sería muy difícil que encontraran mercado. En primero lugar, porque no lo hay.
Para el logro de este hecho, el de colocar la tapa número mil, el papel de la arquitecto Guadalupe Trujillo, jefa de Alcantarillado de la J+, ha sido fundamental. Ella y su equipo de trabajo se han dedicado a la instalación y reparación de los brocales, de manera muy intensa y dedicada.
El rendimiento de las cuadrillas es de cinco (5) instalaciones diarias por cuadrilla. Entre 20 y 25 piezas por semana. No son pocas. Habrá quien diga que sí, pero no, no lo son.
Esto si tomamos en cuenta que la labor no consiste en sólo llegar y poner la tapa. No. Hay que reajustar o reparar el brocal, que es donde se asienta la tapa y que puede llegar a estar tan dañado que requiera de una labor de reconstrucción total. Esto puede llevar entre cuatro y cinco horas de una cuadrilla compuesta por cinco personas.
El robo de alcantarillas es una práctica añeja. Se ha denunciado algunas veces a la Fiscalía del Estado, sin que se haya podido detener a quienes se las roban. De hecho contamos con un video donde demostramos el modo en que operan estas bandas de ladronzuelos y ladronzuelas, pero sirvió de poco.
Es un delito que siempre ha quedado impune. Y, por si esto fuere poco, imposible de comprobar en alguna de las recicladoras que operan debidamente en la ciudad. Por lo que no se puede acusar a alguna. Sólo se puede suponer que podrían terminar en alguna o vaya usted a saber dónde lo hacen.
Una cosa es cierta: en la J+ estamos empeñados a terminar con las alcantarillas sin tapa y si usted que se da cuenta nos reporta los lugares donde falte una, lo haremos más pronto. Llame al 073 para denunciar.
Otra cosa que nos puede ayudar es no levantarlas cuando por la lluvia se inunde una calle. El drenaje que protegen no es pluvial, es para conducir el agua negra que la ciudad produce. Al levantarlas, se anegan y se llenan de arena, tierra, basura y finos que provocarán los molestos brotes de agua negra.
Gracias por su ayuda y comprensión. Tenga por seguro que en la J+, estamos para servirle.
El Dr. H.C. Daniel Valles es Jefe de Comunicación Social de la J+.