Moscú.- Agresores enmascarados no identificados atacaron y golpearon a una periodista y un abogado en la provincia rusa de Chechenia, un incidente violento que continuaba con un patrón de abusos rampantes a los derechos humanos en la región.
La periodista de Novaya Gazeta Elena Milashina y el abogado Alexander Nemov acababan de llegar a Chechenia para asistir al juicio de Zarema Musayeva, madre de dos activistas locales que han desafiado a las autoridades chechenas.
Justo cuando salían del aeropuerto, varios vehículos bloquearon su auto y los dos fueron golpeados por personas enmascaradas que les pusieron armas en la cabeza y rompieron su material.
Milashina sufrió lesiones cerebrales y varios dedos rotos, mientras que Nemov recibió un corte profundo en una pierna, según Novaya Gazeta, pero los paramédicos determinaron luego que no tenía fracturas en los dedos. Fueron trasladados a un hospital en la principal ciudad de Chechenia, Grozni, donde Milashina perdió el conocimiento en varias ocasiones, señaló el periódico. Después fueron trasladados a Beslan, en Osetia del Norte.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo en una conferencia telefónica con periodistas que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, había sido informado sobre el incidente. Peskov añadió que “fue un ataque muy grave que requiere medidas enérgicas” de las agencias de seguridad.
La defensora del pueblo para derechos humanos en Rusia, Tatyana Moskalkova, pidió a las autoridades que investigaran la agresión a Milashina y Nemov.
Milashina denuncia desde hace mucho las violaciones de derechos humanos en Chechenia y ha sufrido amenazas, intimidaciones y ataques. En 2020, la reportera y un abogado que la acompañaba fueron golpeados por una docena de personas en el vestíbulo de su hotel.
Horas después del asalto, una corte en Grozni condenó a Zarema Musayeva a cinco años y medio de prisión por insultos y resistencia violenta a la policía, un cargo que grupos de derechos han tachado de inventado.
Musayeva estaba detenida desde su arresto en enero de 2022. Su esposo, un exjuez, y sus dos hijos activistas han abandonado Chechenia. El líder del Gobierno checheno, Ramzan Kadyrov, ha acusado a la familia de Musayev de tener lazos con terroristas y dice que deberían ser encarcelados o asesinados.
Kadyrov, quien en el pasado ha llamado “terrorista” a Milashina, dijo que las autoridades regionales han iniciado la investigación del hecho y rastrearán a los agresores.
El Kremlin ha dependido de Kadyrov para mantener la estabilidad de la región en el Cáucaso Norte tras dos devastadoras guerras separatistas. Grupos internacionales de derechos han acusado a las temidas fuerzas de seguridad de Kadyrov de ejecuciones extrajudiciales, torturas y secuestro de disidentes.
La influencia de Kadyrov ha crecido desde que comenzó la campaña rusa en Ucrania, en la que sus fuerzas de seguridad participan de forma activa.
Las autoridades rusas han ignorado las reiteradas demandas de grupos internacionales de derechos para que pongan fin a los abusos en Chechenia.
Pese al apoyo del Kremlin, según reportes Kadyrov tiene relaciones tensas con algunas de las agencias de seguridad rusas. El ataque del martes provocó una rápida y airada reacción de legisladores afines al Kremlin, que podría apuntar a las intenciones de las autoridades de llamar al orden al líder checheno.
Andrei Klishas, jefe del comité de asuntos constitucionales, dijo que el ataque a Milashina y Nemov requería una “dura respuesta” de las agencias de seguridad. Otro parlamentario, Alexander Khinstein, lo tachó de “criminal” e instó a la fiscalía a priorizar el caso.
En 2013, Milashina recibió el Premio Internacional Mujeres Valientes del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Amnistía Internacional condenó enérgicamente el ataque a Milashina y Nemov y exhortó a las autoridades rusas a perseguir a los agresores.
“Este crimen monstruoso es un ejemplo de los peligros extremos que enfrentan quienes combaten la injusticia y defienden los derechos humanos en un contexto de abierta hostilidad de las autoridades e impunidad total de los perpetradores”, dijo en un comunicado la directora de Amnistía Internacional para Europa oriental y Asia central, Marie Struthers.