Donald Trump se enfocó en atacar principalmente al presidente Joe Biden.
Estados Unidos.- Al tratar de atacar después de su arraigo por cargos federales la semana pasada, Donald Trump se enfocó en el presidente Joe Biden y los demócratas con un lenguaje que parece evocar otra época: dijo que está siendo perseguido por “Marxistas” y “Comunistas”.
Trump utilizó esas etiquetas desde que apareció en la escena política, pero últimamente se ha convertido en un ataque omnipresente que también ha sido utilizado por otros republicanos.
La retórica es imprecisa y potencialmente peligrosa debido a que intenta satanizar a todo un partido con una descripción que desde hace tiempo ha estado asociada con enemigos de Estados Unidos.
Expertos que estudian los mensajes políticos dicen que asociar a los demócratas con el Marxismo sólo polariza más al país — y simplemente es erróneo, ya que Biden ha promovido el capitalismo y los legisladores demócratas no están tratando de cambiar la democracia estadounidense en un sistema comunista.
Eso no le ha importado a Trump ni a otros republicanos quienes durante años han utilizado esas referencias hiperbólicas y las han asociado con las ideologías políticas para provocar temor hacia los demócratas y los peligros que se supone representan.
Horas después de declararse no culpable en una corte federal, Trump le dijo a un grupo de simpatizantes en su club de golf en Bedminster, New Jersey, que Biden “junto con una banda de sus más cercanos rufianes, desubicados y marxistas han tratado de destruir la democracia estadounidense”.
Nuevamente tocó el tema de los marxistas días después durante un mitin telefónico con votantes de Iowa.
Los comentarios ocurrieron después de numerosos correos electrónicos de la campaña y publicaciones en redes sociales en los últimos meses en los que Trump ha afirmado que el Estados Unidos que gobierna Biden “pronto se convertirá en un régimen marxista del tercer mundo” o en una “nación tiránica marxista”.
Otros republicanos, desde DeSantis hasta el senador texano Ted Cruz, han utilizado otro término, “el marxismo cultural”, para catalogar las peleas por el género o equidad racial que ellos argumentan están “despiertos” y amenazan la forma tradicional de vida de los estadounidenses.