En los tres primeros meses del año, los ataques cibernéticos de ransomware -o secuestro de datos- contra los sectores de Gobierno, salud, energía y manufactura están reportando incrementos de hasta 187.9 por ciento, reveló la empresa de ciberseguridad SILIKN.
El sector Gobierno en México registró un tasa de crecimiento en ataques del 187.9 por ciento, industria con 68.1 por ciento, energía en un 59.4 por ciento y salud 35.2 con por ciento, detalló la firma.
Por entidades, las más atacadas fueron:
* Jalisco
* Yucatán
* Quintana Roo
* Tamaulipas
* Puebla
* Nuevo León
* Ciudad de México
* Estado de México
* San Luis Potosí
* Guanajuato
“Los ataques de ransomware se han incrementado, pero muchos de estos no se reportan debido a que lo que está en juego es la información confidencial de las organizaciones, así como su reputación y temas legales”, explicó a REFORMA Víctor Ruiz, fundador de SILIKN e Instructor Certificado en Ciberseguridad.
La empresa resaltó que con cada ataque exitoso los grupos de ransomware se vuelven más audaces, se dirigen a las industrias que pueden causar más daño y así obtener el máximo beneficio mediante sus tácticas de extorsión.
“Sí, es un problema fuerte, a nivel global. Pero especialmente en América Latina está creciendo mucho, como en el caso de cuando paralizaron todo el sector gobierno de Costa Rica o los ataques recientes contra los gobiernos de Perú y República Dominicana.
Un aspecto crucial es poder conocer y entender cómo operan estos cibercriminales, así como sus métodos, con la finalidad de proteger industrias críticas y mantener las operaciones sin problemas”, añadió.
La alerta sostiene que también se encontraron vulnerabilidades en sistemas de fabricantes como Microsoft, Cisco, ABB, Veeam, Fortinet, Bosch, Mitsubishi Electric, GE, Hitachi, Siemens, Philips, Schneider Electric, entre otros.
“Es crítico poder actualizar los dispositivos, instalar parches de seguridad, retirar los equipos obsoletos y mantener un monitoreo continuo”, apuntó la empresa.
La mayoría de las vulnerabilidades se aprovechan de configuraciones heredadas que comprenden software desactualizado y, en ocasiones, dispositivos al final de su vida útil.
Otra recomendación para las organizaciones es que se mantengan al tanto de los avisos de los fabricantes de los productos que utilizan.
