Un poderoso sismo de magnitud 7.8 devastó varias regiones de Turquía. Las fotos y videos de edificios cayendo por la fuerza del movimiento, la gente corriendo para refugiarse y hasta postales con escombros en el suelo y nieve cubriendo cuerpos mutilados se volvieron una imagen constante en ese país. Otra postal que rompió a cientos de personas que la vieron en vivo y que en redes sociales se viralizó por lo crudo del evento, fue la historia del señor Mesut Hancer, quien no suelta la mano de su hija Irmak, de 15 años, fallecida después que el hogar donde vivían le cayó encima.
La foto muestra al señor Mesut Hancer temblando de frío mientras toma la mano inerte de su hija, quien quedó entre la pesada loza de la vivienda y una pequeña cama de madera que era utilizada por su hija para dormir. Alrededor de ellos, miles de toneladas de escombro entre piedra, azulejos, pedazos de madera, prendas de vestir y toneladas de polvo son testigos del trágico final de la joven Irmak.
Las ruinas y la desolación es la postal general en Turquía
Testigos de la tragedia del señor Hancer aseguraron escuchar decir al señor, “papi está aquí”. Mientras espera ayuda de algún rescatista y resiste las temperaturas congelantes que se viven en estas fechas en Turquía y Siria. Muchos relatos que llegan a las redacciones del mundo coinciden en estos casos de familiares a lado de los cuerpos de su gente con esperanzas de rescatarlos, quitando con sus manos parte de escombro y haciendo fogatas para calentarse un poco y esperando por ayuda.
Con Información de El Heraldo.