La historia indica que ya debía estar en declive. Pero no lo ha hecho, ni de cerca
LeBron James tiene 38 años de edad. Está cumpliendo la 20ma temporada de su carrera en la NBA. Es un jugador anciano si se aplican los estándares convencionales del baloncesto.
La historia indica que ya debía estar en declive. Pero no lo ha hecho, ni de cerca.
Anote eso como otro de los factores que ponen a James en una categoría aparte a otros grandes en sus deportes que lograron mantenerse vigentes por largo tiempo para quedar al frente de las tablas de récords.
El flamante líder anotador de todos los tiempos en la NBA — dio caza a Kareem Abdul-Jabbar la noche del martes, un astro de los Lakers de Los Ángeles apoderándose del récord a expensas de otro — sigue siendo uno de los mejores del baloncesto. Insiste que quiere mantenerse activo durante dos años o tres, quizás más. Podría dejar tan alto el listón del récord de anotación que sería casi que imposible que otro pueda igualarle.
“Sé qué aún puedo jugar a un alto nivel… He podido conseguir varias cosas increíbles en esta liga”, dijo James luego de anotar 38 puntos para dejar en 38.390 su producción de por vida — tres más que Abdul-Jabbar, líder de la tabla histórica tras casi 39 años. “Y espero conseguir más cosas increíbles antes de retirarme