Un grupo de mexicanas denunció que agente de migración de EU usó su cargo para invitarlas a salir, enamorarlas y tener relaciones con ellas
CDMX.- La historia de un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EU que seduce a mexicanas después de retirarles la visa se volvió viral en redes sociales.
Storytime de cuando me quitaron la visa y el mismo oficial que me la quitó me ligó”, narró Yanin Cabrera, de 25 años, en TikTok, sobre su experiencia en junio pasado en Las Vegas.
El agente, explicó la joven, le facilitó que no tuviera que regresar inmediatamente a México. Una vez en el País recibió un mensaje por Facebook del oficial, pese a que ella no le dio su contacto, precisó.
La historia de Yanin, con hasta un millón de vistas, llevó a que otras mexicanas le escribieran contándole que les había pasado lo mismo con ese agente estadounidense.
Juntas identificaron un patrón en el que, tras un severo interrogatorio y la retención de sus visas, el oficial las contactaba en redes sociales con la intención de iniciar una relación.
Yanin y dos mexicanas más presentaron una queja formal ante la CBP “por uso de información confidencial para tener sexo con mujeres jóvenes y vulnerables”. Aún no han recibido respuesta.
Las historias de Daniela y Paloma
A Daniela un oficial de la CBP le quitó la visa por haber trabajado de manera irregular en Estados Unidos. Horas después, ese mismo agente la invitó a su departamento.
El oficial pasó de interrogarla a ayudarla y luego a enamorarla, una táctica que, tiempo después, la joven mexicana se dio cuenta que es recurrente.
Daniela había llegado al aeropuerto de Las Vegas para un viaje de fin de semana, a finales de junio pasado, pero, tras hallar la irregularidad, oficiales de migración la amenazaron con meterla a la cárcel si no regresaba ese mismo día a México.
La joven, de 19 años, se sintió aterrada y entró en pánico cuando no encontró ningún vuelo disponible. En el cuarto de inspección del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), uno de los oficiales que la interrogó -el mismo que le quitó la visa- le dijo que la ayudaría, y le señaló que podía quedarse un día más en la ciudad con la condición de volver al día siguiente para volar.
Aún con lágrimas en los ojos, Daniela se sentó en una de las bancas de espera del aeropuerto para asimilar la situación. Cinco minutos después, ese oficial, de alrededor de 32 años, le mandó un mensaje a su cuenta de Instagram saludándola, y menos de media hora después, lo tenía frente a ella vestido de civil e invitándola a su departamento.
“Le dije: ‘¿Por qué me invitas a tu departamento? No entiendo’, y me respondió: ‘La verdad estás muy guapa, déjame conocerte, me llamaste mucho la atención’.
Me empezó a sacar plática que si era soltera, que si tenía hijos”, contó a REFORMA Daniela, quien prefirió ocultar su verdadera identidad por motivos de seguridad.
“(Como) desde un inicio me trató muy diferente al primer oficial (…) y desde ese momento le empecé a tener confianza (…), le acepté una ida a comer”.
Finalmente durmieron juntos. En su departamento, el agente de la CBP le dio a Daniela una bebido alcohólica, pese a que la edad legal en Estados Unidos son los 21 años.
Los dos siguieron en contacto cuando ella regresó a México. Solo cinco días después, el oficial viajó a la Ciudad de México para visitarla, conoció a su familia, su casa, y le propuso una vida juntos. A la semana siguiente, la invitó a Puerto Vallarta, pero pocos días antes de ese viaje, Daniela se encontró con un video viral donde otra joven mexicana, Yanin Cabrera, contaba una experiencia similar.
Le puse (a Yanin): ‘Me está pasando lo mismo que a ti, temo que sea la misma persona’. Le mandé una foto de él y mía cuando estuvimos en la Ciudad de México juntos y me dijo: ‘Es él'”, contó.
Luego descubrió que había una tercera chica mexicana, Paloma Sandoval, con una historia parecida. A diferencia de Daniela, ni Yanin ni Paloma volvieron a ver al oficial.
Con los videos de Yanin en redes, empezaron a salir a la luz testimonios similares.
“Cuando todo esto sucedió, me llegaron varios casos en los que me decían: ‘Me pasó lo mismo’. Incluso el de un chavo”, explicó a REFORMA Yanin, de 25 años.
Yo nunca he dicho el nombre del oficial, (y aún así) tuve un mensaje de una chava que me dijo: ‘Oye, ese oficial -y me dijo el nombre-, me hizo lo mismo”.
Organizadas en un grupo de WhatsApp, se pusieron en contacto con el abogado Roberto Serrato, ubicado en California, quien les explicó que lo que estaba ocurriendo con los oficiales de migración era algo grave, y procedieron con una queja formal ante la oficina de investigaciones de la CBP, pero por más de tres meses ha sido ignorada.
“Estos son agentes del Gobierno que tienen una placa que dice: ‘Aquí estamos para asegurar que las leyes se hagan bien’, y si hay esa pudrición, están utilizando información que debería quedarse en el Gobierno (estadounidense). No sé qué otra información estén usando contra la gente para manipularla, para usarla”, explicó el abogado a REFORMA.