Bajo un significativo pseudónimo, la actriz vive desde hace meses lejos de la vida pública en Costitx, una localidad mallorquina a la que se ha trasladado junto a su hija y su pareja tras el juicio contra Johnny Depp. Los vecinos aseguran que es habitual verla en el parque, por la calle o comprando en establecimientos locales.
El nombre de Costitx no suele aparecer en las guías de localidades más destacadas de Mallorca porque no tiene lo que buscan la mayoría de los turistas extranjeros que llegan a estos lares: playas y calas. Es un pueblo tranquilo del plà, la zona ubicada en el corazón de la isla, donde la consabida discreción mallorquina se despliega en toda su plenitud. Casas bajas de piedra, tiendas tradicionales y bares de toda la vida en este municipio de apenas 1.300 habitantes en el que un perfil como el de Amber Heard no destaca entre los miles de extranjeros que colonizan diariamente las calles de las localidades más turísticas de la mayor de las Baleares. La actriz se disfraza como una visitante más en un océano de turistas de habla inglesa.