“No estoy en contra de la publicidad, al contrario, pero también tenemos que hacerlo de manera inteligente. Acostumbramos a miles de jóvenes a que piensen que subiendo fotos bailando en traje de baño o en calzones ya son influencer y por eso merecen el mundo entero.
Yo busco publicidad con críticos de comida, con influencers viajeros, expertos en gastronomía. No voy a tirar mi dinero a lo tonto”, destacó el chef, quien desde hace más de una década es reconocido en la alta cocina como uno de los chef más importantes de América Latina.