El escaso y lento avance de las tropas rusas, así como la llegada de armas occidentales podrían prolongar los combates meses o años, reveló la inteligencia estadunidense.
Según reportes a los que accedió el periódico The New York Times, es probable que Rusia acabe con más territorio, pero ningún bando se quedará con todo el control de la región ya que el Ejército ruso se enfrenta a un opositor con armas cada vez más sofisticadas.
Tras semanas de batallas sangrientas en el este de Ucrania —en las que hasta 200 soldados de cada país, según cálculos del gobierno y de Occidente— Rusia controla casi la misma extensión de territorio en Donetsk que los separatistas controlaban en febrero antes de la invasión.
Las fuerzas rusas permearon el frente ucraniano en Toshkivka, una población ubicada a las afueras de Severodonetsk y Lisichansk.
La toma de Toshkivka hace que los rusos estén más cerca de amenazar las líneas de suministro ucranianas a las dos ciudades, que son los últimos centros de población relevante de Lugansk que no están en poder ruso.
Los funcionarios estadunidenses afirmaron que los soldados rusos en tierra avanzan con lentitud y en algunos casos han tardado semanas en desplazarse uno o dos kilómetros.
Esto podría indicar una falta de soldados de infantería o una mayor precaución por parte de Moscú después de haber tenido problemas con las líneas de suministro en las primeras semanas de la guerra, que fueron desastrosas.