Una tortuga que decidió salirse a pasear a la calles estuvo a punto de perder la vida después que un auto le pasaría la llanta en su frágil caparazón, afortunadamente el conductor logró verla y frenó a tiempo.
Los hechos se registraron sobre la avenida De los Insurgentes, fue un hombre que laboraba en un taller que se percató del hecho, escuchó el quemón de llanta y salió a ver de que se trataba, Imaginó que se trató de algún accidente. Al exterior del establecimiento se percató que el guiador que detuvo su marcha se encontraba agachado, buscando algo debajo de su vehículo y por fin salió una tortuga a paso lento tratando de cruzar la peligrosa avenida.
Una vez asegurado el animal, se puso en contacto con el área de Rescate y Adopción de Mascotas (RAMM) del Gobierno Municipal el cual inició con un proceso la salvaguarda del peculiar espécimen de alrededor de 40 centímetros, que es denominado de caparazón blando y corresponde al sureste de Estados Unidos.
Una vez asegurado el animal, se puso en contacto con el área de Rescate y Adopción de Mascotas (RAMM) del Gobierno Municipal el cual inició con un proceso la salvaguarda del peculiar espécimen de alrededor de 40 centímetros, que es denominado de caparazón blando y corresponde al sureste de Estados Unidos. El ciudadano llamó a los fronterizos a que, de pasar algo similar, se pongan en contacto con la autoridad.
“La tortuga iba caminando en medio de los carros en la Insurgentes, a la altura del canal de irrigación, como a dos cuadras antes de llegar a la Avenida del Charro. A lo mejor salió por la lluvia que hubo e intentó caminar, pero lo bueno es que no la atropellaron y si hubo quienes nos dijeron que se la querían llevar, pero mejor la cuidamos y llamamos a los profesionales”, dijo De León y señaló que es un deber ciudadano.
Al lugar, se constató, fue una unidad de Ecología para verificar las condiciones del reptil y ponerlo a salvo. En tanto, el hombre que se encargó del cuidado mientras llegaban los especialistas apeló a la conciencia de los ciudadanos para procurar el bienestar de las especies, algunas de las cuales llegan a estar protegidas por leyes que en el caso de animales exóticos pueden derivar en prisión si no se informa a los facultados.