Especialistas de la universidad explican si se hizo algo mal en el país y qué procede ahora
En pleno repunte de contagios de COVID-19, la Universidad Nacional Autónoma de México se adelantó a las autoridades sanitarias y confirmó una quinta ola de la enfermedad en el país. Ante ello, emitió recomendaciones para afrontarla.
En su gaceta, recordó que ayer la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud reportó ocho mil 24 nuevos casos de COVID-19 en las últimas 24 horas, lo que representa un aumento de 203 por ciento respecto al promedio diario de la última semana. En cuanto a los decesos, la misma dirección reportó 42 muertes en el último día, superando el promedio de 20 por día de la semana anterior.
El acumulado hasta el momento es de cinco millones 707 mil 427 contagios desde el primer caso en febrero de 2020, y 325 mil 42 muertes desde el primer deceso el 19 de marzo de 2020.
Los estados en los que hay más casos activos son Baja California Sur, Sinaloa, y Ciudad de México, seguidos de Estado de México, Nuevo León, Guanajuato, Jalisco, Tabasco, San Luis Potosí, Veracruz, Puebla y Sonora.
La Secretaría de Salud informó que se encuentra en 99 por ciento la disponibilidad hospitalaria del país para la atención de COVID-19 grave, y que únicamente se encuentran ocupadas tres por ciento de las camas generales, por lo que el semáforo epidemiológico se encuentra en verde.
¿SE HIZO ALGO MAL?
Alejandro Macías, integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus de la UNAM, consideró que “no es que hayamos hecho nada mal, sino que las variantes han impulsado las distintas olas de la pandemia. En todo el mundo, cuando una subvariante escapa a la inmunidad, sustituye a las anteriores, y aunque es verdad que si se tienen precauciones como el distanciamiento social o el uso de cubrebocas puede haber un menor impacto, el fenómeno ocurrirá de cualquier forma”.
El especialista, y quien fue zar contra la influenza AH1N1 durante la pandemia de 2009, añadió que “a México no habían entrado algunas subvariantes de ómicron, y esto es lo que está impulsando la quinta ola, particularmente las subvariantes BA12-1 y la BA4BA5, las cuales se han presentado sobre todo en personas que no se encuentran vacunadas. Hay que recordar que la vacunación no es para no enfermarse, sino básicamente para no tener enfermedad grave y no morir. Si bien el padecimiento le puede dar a cualquier persona, sobre todo a quienes tienen mucha movilidad y están en tumultos de personas sin cubrebocas, el riesgo de complicación se relaciona con las condiciones inherentes a ella y a las condiciones de vacunación o de no vacunación”.
¿QUÉ TENEMOS QUE HACER AHORA?
Susana López Charretón, investigadora del Instituto de Biotecnología, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y de El Colegio Nacional, aconseja que no debemos confiarnos, pues “la realidad es que gracias a las vacunas hemos logrado prevenir enfermedad severa y grave, que es la que te lleva al hospital. A pesar de que tuvimos una cuarta ola altísima en contagios, bajó muchísimo la ocupación hospitalaria y las defunciones. Sin embargo, no hay que confiarse, pues no quiere decir que no te toque la mala suerte. Que tengamos un uno por ciento de ocupación hospitalaria no quiere decir que no nos vaya a tocar. No nos debemos de confiar, es importante mantener el cuidado, y si lo hacemos durante este tiempo y el que ya se nos viene a partir de octubre de influenza, tendríamos muchísimo menos problemas de salud”.
La especialista en Virología apuntó que “esta pandemia no se va a acabar como prender y apagar un switch de la luz. Será un proceso gradual, pues a pesar de que hay mucha gente vacunada lo que sabemos es que las vacunas previenen de enfermedad severa y muerte. Esto sí lo estamos viendo en las últimas olas: hay muchísimo menos personas hospitalizadas y todavía menos defunciones, pero se siguen contagiando. Lo que tenemos que seguir reforzando es que no vayamos a lugares cerrados, porque todavía hay gente que puede contagiarse y contagiar a los demás. Es necesario usar cubrebocas en todos los lugares públicos”.
Finalmente, López Charretón aconsejó que “ante cualquier síntoma gripal, estornudos, tos, escurrimiento nasal, fiebre y dolor de cabeza, etcétera, la indicación sería quedarse en casa. Si tuviéramos esa disciplina no tendríamos ningún tipo de enfermedades respiratorias tan frecuentes como tenemos. Si las personas que presentan estos síntomas no fueran a trabajar, podríamos controlar muy fácil esta infección. Esto lo puede hacer la gente que no tiene un trabajo tan rígido; sin embargo, hay personas que si no van, las corren. Eso es indispensable hablarlo muy seriamente con los patrones, para que sean más sensibles a este tipo de ausencia. De no ser posible faltar, la indicación es que lleven cubrebocas, que no se acerquen a la gente, que sean conscientes de que son instrumentos de contagio