La mielitis flácida aguda ataca el tejido de la médula espinal, haciendo que los músculos y los reflejos se debiliten repentinamente.
Un grupo de investigadores anunció el pasado jueves que posiblemente encontraron una prueba definitiva de lo sería la causa de los recientes brotes de una rara pero grave afección neurológica, parecida a la poliomielitis, en niños estadounidenses.
La enfermedad, denominada mielitis flácida aguda (MFA, o AFM, por sus siglas en inglés), ataca al tejido de la médula espinal, haciendo que los músculos y los reflejos se debiliten repentinamente. En algunos casos, también afecta a los músculos de la respiración, obligando a los pacientes a utilizar un respirador artificial, detalla el medio especializado HealthDay News.
Desde el año 2014, en EE.UU. se han producido varios picos de casos de AFM, casi todos en niños de corta edad. Los expertos consideraban que una infección viral era el conductor, siendo el virus respiratorio enterovirus D68 (EV-D68) el principal sospechoso.
Ahora, los autores de un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine afirman que obtuvieron la prueba más sólida de que el virus es el culpable, tras encontrar material genético del EV-D68 en las células de la médula espinal de un niño de 5 años fallecido en 2008 a causa de la enfermedad.
Como los niños rara vez mueren de MFA, previamente los investigadores no habían podido buscar pruebas de que el EV-D68 infecte directamente las células de la médula espinal, ya que es demasiado peligroso tomar una biopsia del tejido de esta.
En ese caso, la familia del menor fallecido dio su consentimiento para que se realizara una autopsia que incluía la conservación de tejido de la médula espinal. “Gracias a esta familia pudimos saber más sobre esta enfermedad”, señaló el doctor Matthew Vogt, autor principal del estudio y profesor de la Universidad de Carolina del Norte.
Antes de los recientes brotes, se habían reconocido esporádicos casos de mielitis flácida aguda y a menudo se relacionaban con infecciones virales, como el virus del Nilo Occidental. Sin embargo, a partir de 2014, el país norteamericano comenzó a registrar picos de casos de la enfermedad cada dos años, entre agosto y octubre, y los niños pequeños representan más del 90 % de los casos.
Así, en 2018, se reportaron 238 casos de MFA a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). La agencia anticipó otro pico en 2020, pero la pandemia del covid-19 y el distanciamiento social alteraron la situación: ese año solo se documentaron 33 casos de la afección neurológica en todo el país.
“Se trata de una infección vírica que debería causar simplemente un resfriado, […] pero resulta que causa esta terrible enfermedad en un pequeño número de casos”, apuntó Vogt, agregando que se desconoce por qué los picos comenzaron en 2014. “El EV-D68 no es un virus nuevo, y es difícil decir qué cambió en 2014“, explicó.
Por su parte, la doctora Megan Culler Freeman, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Infantil de Pittsburgh, quien no participó en el estudio, afirmó que hay algunas pruebas de que el propio virus ha cambiado, ya que las muestras aisladas de pacientes infectados en los años más recientes parecen “un poco diferentes genéticamente” a las de años anteriores.
Aunque los niños con mielitis flácida aguda suelen sobrevivir, muchos no se recuperan totalmente de la parálisis que genera, de acuerdo con los CDC. No hay un tratamiento específico y la recuperación suele implicar una rehabilitación física para ayudar a recobrar la fuerza en las extremidades.
La mayoría de los pacientes con MFA presentan debilidad repentina en las extremidades y pérdida de tono muscular, mientras que algunos también desarrollan una ‘caída’ en un lado de la cara o en los párpados.