El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, presentó el miércoles el informe en el que destaca que la guerra está “sobrealimentando” una crisis alimentaria, energética y financiera en los países más pobres que ya estaban pasando apuros para hacer frente a la pandemia del COVID-19, al cambio climático y a la falta de acceso a una financiación adecuada para su recuperación económica.
Rebeca Grynspan, secretaria general de la agencia de la ONU que promueve el comercio y el desarrollo y que coordinó el grupo de trabajo, dijo que 107 países están “gravemente expuestos” a por lo menos una de las dimensiones de la crisis alimentaria, energética y financiera, y que 69 países están gravemente expuestos a las tres y se enfrentan a “condiciones financieras muy difíciles, sin espacio fiscal de maniobra y sin financiación externa para amortiguar el golpe”.
El informe insta a los países a garantizar un flujo constante de alimentos y energía a través de los mercados abiertos, y pide a las instituciones financieras internacionales que hagan todo lo posible para garantizar una mayor liquidez de forma inmediata.
