Se espera que el fenómeno también conlleve auroras boreales más intensas y prolongadas, que serán visibles desde zonas situadas más al sur de lo habitual.
Una bola de plasma, producto de la explosión de una mancha solar ‘muerta’ ocurrida el pasado lunes, se dirige hacia la Tierra, donde su impacto se hará notar este jueves 14 de abril. Se estima que el hecho puede provocar auroras boreales más intensas y prolongadas, que serán visibles desde zonas ubicadas más al sur de lo habitual, informa el portal SpaceWeather.com.
Las manchas solares son áreas oscuras en la superficie del Sol, formadas por un flujo magnético que se origina dentro de la estrella, según explica el portal. Cuando se produce en ellas una explosión, de la mancha emanan cargas de energía en forma de radiación, lo que también resulta en las llamadas eyecciones de masa coronal, que, de hecho, son bolas explosivas de material solar.
El impacto de esta mancha solar, que se identifica como AR2987, podría provocar una tormenta geomagnética de clase G2, lo que en realidad es una perturbación del campo magnético de la Tierra, dice la página web.
La AR2987 liberará destellos solares de clase C, que se dan cuando “el plasma y los campos magnéticos sobre la mancha solar ceden bajo la tensión y aceleran hacia el exterior”, según explicó Philip Judge, físico del Observatorio de Gran Altitud del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (Colorado, EE.UU.), citado por Live Science.
Sin embargo, las erupciones solares de esta clase “son bastante comunes y rara vez causan impactos directos en la Tierra”, asegura la web de noticias científicas. Por lo tanto, el fenómeno que se presentará el jueves no supondrá ninguna amenaza para el planeta ni su población.