Prometió ayudar, pero llega la ‘estocada’ /
Durante su toma de protesta, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, prometió ayudar a Ciudad Juárez, pero la nueva embestida en contra de bares y restaurantes, desde hace algunas semanas, por parte de la oficina de gobernación estatal, tiene la lectura de una “estocada” a la maltrecha economía y al intento de los negocios por rescatar algo de las millonarias pérdidas económicas y de inversión que han tenido durante los últimos dos años, a causa de la pandemia por el Covid-19.
Hoy parte de un importante sector en los negocios dedicados a la venta de alcohol en bares y restaurantes, tiene claro que Alejandro Jiménez Vargas, el titular de la oficina de gobernación estatal en Ciudad Juárez no tiene la capacidad, experiencia, ni el criterio para resolver los muchos problemas que enfrentan los establecimientos que han sido sancionados y clausurados, hasta por los mínimos detalles.
La intimidación y virtual ‘cacería’ de los negocios, en operativos en los que participa seguridad pública y hasta soldados, es el nuevo ‘cagadero’ de la oficina de gobernación estatal. El trato y la persecución es de criminales…
El exempleado del Tomochi, alguna vez propiedad de José Luis Holguín, ex jefe de la policía municipal en el gobierno del también finado exalcalde de Juárez, Francisco Villarreal Torres, y miembro del grupo denominado de los ‘Golden Boy’s’, que encabeza el presidente del comité municipal del PAN y regidor, Joob Quintín Flores -al que también pertenecen Jiménez Vargas y Baquier, otro de los subalternos de gobernación-, está sentado sobre un ‘barril de pólvora’, en un sector de la economía, que hace suponer que existen nuevos “beneficiados” en el nuevo gobierno de Chihuahua.
Es decir, que el famoso ‘Jimenotas’ -como también le apodan sus amigos-, estaría ejerciendo el poder en contra del ‘status quo’ de los negocios dedicados a la venta de alcohol y los alimentos que por décadas ha sido parte fundamental de la economía en la frontera, y contra quienes ha emprendido una auténtica ‘cacería’ con el apoyo de personal de la oficina de gobernación de la ciudad de Chihuahua.
Operativos permanentes en contra de los establecimientos que han ‘sobrevivido’ a las extorsiones, al pago de ‘cuotas’ y ‘derecho de piso’, que además tienen que cumplir con permisos, pago de empleados, impuestos y demás, y que se sienten de nueva cuenta lesionados por la embestida del gobierno estatal de Chihuahua con el cierre de negocios y las sanciones administrativas de muchos miles de pesos.
Los bien enterados, cuentan que ahora Alejandro Jiménez se pretende dar baños de pureza, cuando hace tiempo, en aquellos años que era trabajador del restaurante de la avenida Adolfo López Mateos, era un empleado que tenía problemas con el consumo de alcohol.
Hoy Jimenotas, el mismo funcionario que hace algunos meses durante la campaña de la entonces candidata y hoy gobernadora de Chihuahua, reconoció que estaba enamorado de Maru Campos, a quien puso de mil colores, y le entregó un ramo de flores, de esos que cuestan no más de 500 pesos, en un evento en el Comité Municipal del PAN;
Se da el lujo comprar y consumir hasta cuatro puros diarios -de esos de buena marca que cuestan no menos de 850 pesos diarios-, y cuyo salario como jefe burócrata del gobierno de Chihuahua simplemente no le alcanza.
En fin, que, a la vista y lectura de los comerciantes y propietarios de bares y cantinas, la embestida del gobierno estatal va directo contra la economía de esos negocios que buscan recuperarse en las fiestas decembrinas.
Pero las observaciones y sanciones sobre “anuncios” sobre aforos, los aforos mismos rebasados por una o dos personas, la renovación de permisos y otros detalles que son revisados con ‘lupa’ por parte de los inspectores, han representado un ‘golpe bajo’ y una estocada a la economía de los negocios, cuyos propietarios reclaman a la gobernadora de Chihuahua, que prometió ayudar y sacar a Ciudad Juárez de la crisis.