En recientes horas el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) hizo públicas una serie de números y estadísticas que dejan al descubierto la incapacidad por parte del actual presidente, Andres Manuel López Obrador, para dar resultados en lo que se ha convertido su máxima bandera de batalla, los pobres.
Según este organismo gubernamental autónomo de 2018 a 2020 en México existen 3.8 millones de nuevos pobres, que con efectos de dimensionar la gran cantidad de personas, es como si con ellos se llenara el estadio azteca casi 44 veces, ojo solo con los nuevos pobres, esto dejando fuera a los pobres de años y sexenios anteriores que siguen siendo pobres.
Actualmente nuestro país tiene 127.6 millones de habitantes de los cuales 55.7 millones son pobres.
La pobreza se mide en relación a las capacidades de las personas para cubrir necesidades básicas como adquirir una canasta básica de alimentos y necesidades de primera mano, ni siquiera estamos hablando de “pequeños lujos” como comprar una golosina o un refresco, es gente que realmente no tiene lo necesario para subsistir dignamente.
Muchos estarán de acuerdo conmigo, en el hecho de que indudablemente factores como la pandemia principalmente contribuyeron a estas lamentables cifras, al igual que coincidimos en que esta tendencia a la alta vienen arrastrando según estadísticas oficiales desde hace más de diez años, es decir que abarcan las administraciones federales de Calderón y Peña Nieto, no es algo nuevo o exclusivo de López.
Lo que salta mucho a la vista es que, desde cualquier ángulo que lo queramos ver, las estrategias que han surgido desde palacio nacional, indudablemente han sido un completo fracaso en relación a lo que las expectativas que mañana tras mañana genera el titular de la nación a los ciudadanos.
-MUCHO POPULISMO Y POCO REALISMO-
Los cuestionamientos que se deberían de realizar los protectores irracionales de Obrador es ¿Qué está accionando diferente a los anteriores presidentes? ¿Por qué los resultados son los mismos, o incluso peores, que las administraciones que él crucificó?.
Partiendo de ahí, existe en la política una frase que a mi “Doña La Chancla” me repatea, puesto que dice que “el 80% es percepción / imagen”, y esto que está sucediendo actualmente en nuestro país es el claro ejemplo de ello.
Un López que lo que dice es un dogma de fe, por encima de los números reales, serios y sustentados, el problema es que la gente le cree, lo defiende e incluso se niega a sí misma la oportunidad de analizar desde un punto neutro el panorama completo.
Dice AMLO hoy por la mañana “El apoyo económico ayuda” refiriéndose a los depósitos que mes tras mes realiza a jóvenes y adultos mayores, pero ¿Qué tan cierto es esto? viéndolo desde el análisis de la desaparición de programas que ayudaban en conjunto de una forma integral al ciudadano de a pie.
El populismo es una situación real que poco beneficia al mexicano pero eso mis amigos, eso es tema de una próxima columna.
Y para los que digan que porque no hablamos de los estados que disminuyeron la pobreza, pues bueno quien soy yo para negarme…
Los 3 gobiernos que disminuyeron la pobreza en sus entidades fueron, Nayarit (panista), Colima, (priísta) Zacatecas (priísta), pero antes de que se pongan a echar fiesta los prianistas, déjenme decirles que el mérito no es de sus gobernadores, ya que se dio a conocer que la principal causa de reducción de pobreza fue la recepción de remesas por parte de familiares que envían desde Estados Unidos sus dolaritos a la familia en estos estados.
Así que, es surrealista que el método para salir de la pobreza en México sean los Estados Unidos.