Columna de Jaime García Chávez
“Nada con exceso, todo con medida”, dijo ayer Juan Carlos Loera al registrarse como candidato a la gubernatura del estado por tres partidos, dos de los cuales dan vergüenza histórica comprobada: el PT y el PANAL. La realidad nos muestra que los excesos están a la vista y hasta los que padecen ceguera pueden verlos. Va un muestrario:
- Por su fe de carbonero, es beneficiario de un dedazo que no tiene más explicación que cumplirá con todas las indicaciones con las que le instruya Andrés Manuel López Obrador.
- Llega con el auxilio de una encuesta que nadie vio y que seguramente es inexistente.
- Exhibe que en el partido MORENA hay servidumbre, mas no militancia con derechos.
- Habla de una izquierda cuyos contornos están indefinidos.
- En MORENA los candidatos principales son de importación y se compran en el mercado libre del PRIAN; ahí están Marco Adán Quezada, Guadalupe Pérez, Cruz Pérez Cuéllar, María Antonieta Pérez y Armando Cabada.
- MORENA da asilo a duartistas archiconocidas como Mayra Chávez, que va como diputada local, y Adriana Terrazas, por idéntico cargo, y hasta a porros de la especie de Fermín Ordóñez.
- Tiene el corazón tan grande que admite excesos como postular a Víctor Quintana, pancorralista de sepa y expulsado del partido por traidor.
- Nombrar a Carlos Borruel como coordinador de las candidaturas de las diputaciones federales, siendo un prototípico y conspicuo militante de la ultraderecha.
- De izquierda, lo que se llama izquierda, no se ha dicho ni media palabra.
- Hacer política al más puro estilo del que llaman “antiguo régimen” y del cual MORENA es una prolongación priísta.
Así dicen que van a “hacer historia”, e insisten: “nada con exceso, todo con mesura”. Retóricamente lo pueden decir, al fin y al cabo metros hay muchos, dijo el vendedor de manta.